domingo, 9 de agosto de 2009

Combustión Lenta

Narvaez me llamó a las nueve y media de la mañana adelantándose a mis pretensiones de despertar a las once.
-Hermanito, no me dejaste el disco duro en mi escritorio, lo necesito antes de las doce -explica Narvaez con una tranquilidad preocupante.
Una ducha de miserables cinco minutos, un desayuno a medio tragar y antes de abrir los ojos ya me encontraba mal encajado en la micro, compartiendo viaje con otros ridículos madrugadores. Ayer fue viernes, curanto monumental, choritos, almejas, machas, longaniza, papas, chuletas, congrio, y una buena variedad de pisco, ron y vino en la casa del Enano. Si le hubiese dejado el disco duro a Narvaez el mismo viernes en la tarde, ahora recordaría con más satisfacción lo bebido en la noche.
A penas me mantenía erguido en el asiento, gases y ácidos intentaban abrirse camino por el esófago y los destellos del sol me taladraban el lóbulo frontal. Acto seguido llegar a la productora, guardar el disco duro en su caja, tomar un taxi, ir al estudio y hola ¿Narvaez está por ahí? toma, te traje la claqueta también. Ante una pared pintada de verde radioactivo se alzaba una escenografía que emulaba la entrada de una casa. Un actor interpretaba a Tarzán sosteniendo una taza de azúcar. La maquilladora le lijaba el rostro, la vestuarista le revolvía el taparrabo y el Director daba vueltas nervioso. El Nacho me dio un cigarrito y me escape del set para fumar. El cielo estaba preciosamente azul, puro, lejos de aquella química pared verde. Misión cumplida, chau Nacho, me voy, pásalo bien. Nada más tenia que hacer ahí. Caminé hasta la calle Chile España, tomé la 212, me bajé en Providencia, fui hasta la estación de metro Los Leones y mientras sacaba mi billetera para recargar mi tarjeta bip localicé una tabaquería junto a la escalera, donde comenzaba la galería de negocios de la estación. Me agache para ver los prductos en la parte inferior de la vitrina. ¿Por qué el tabaco está tan escondido? Paquetes de dos a diez mil pesos. Hoy en día es difícil encontrar una tabaquería que venda tabaco. Entonces, entre el Aconcagua extra fino y el Drum, localicé un humilde paquete de Cuatro Leguas, el mismo que había comprado el verano anterior en El Bolsón por solo cinco pesos argentinos. ¿Cuánto sale el Cuatro Leguas? Ese que está a ahí, no, el otro, el Cuatro Leguas, no, el que está al lado del Drum, el azul, si, ése es el Drum, el que está al lado de ese, ése mismo. Puta la hueona tonta, no cacha nada de lo que me esta vendiendo. Tres mil seiscientos. Me lo llevo ¡ah! y unos papelillos.

El despertador del celular sonó cuando la micro pasaba por el Apumanque, ya eran las once y recién me debería estar levantando, pero la satisfacción del madrugador es inexplicable; me hice la idea de que estaba aprovechando el día, aunque por otro lado sabía que me estaba levantando temprano sólo porque se me olvidó dejarle el disco duro a Narvaez para que guarde el material de cámara del spot publicitario de azúcar, sabía que había dormido solamente tres horas por irresponsable. Pero ya no me importaba, tenía una bolsita con tabaco y papelillos: máquina del tiempo. El acto de fumar se torna sagrado cuando es uno quien arma el cigarrillo, pues requiere tiempo y precisión, contacto directo con la materialidad, es uno quien controla el proceso de producción, y así ya no se fuma por adición, ya no le doy mi sueldo a la British American Tobacco, se paraliza el tiempo, papelillo con goma natural de combustión lenta. No se traga el humo, no tengo la a obligación de fumar un cigarro fugaz que se consume incluso con el oxígeno a su alrededor, el puchito armado te espera, se apaga si no es fumado, se deja respirar como si fuese aire puro, combustión lenta, tiempo y precisión, contacto directo con la materialidad. Me llamó el Alejo para ir al taller, sábado día del taller. Los libros se deben hacer con cola fría, demora más en secarse pero queda mejor. Hay que tener paciencia para encuadernar, Santi. Tiempo y precisión, contacto directo con la materialidad, combustión lenta, aire puro, nada de pantallas verdes.

3 comentarios:

unavivian dijo...

juego siempre o casi siempre...cuando el reflejo es interesante, pero no soy tan buena jugadora como tú, siempre termino perdiendo en baquedano.

Anónimo dijo...

bien great
premio melero para ti

no se q le pasa a tomas :/

unavivian dijo...

tal cual como leiste.