jueves, 29 de octubre de 2009

Matices

Me levanté temprano en la mañana, me preparé una leche con nesquick y me duché durante 10 minutos. Me levanté alrededor de las 5 de la tarde, tenía mucha sed, bebí un litro de agua y me tiré a la piscina. Después agarré la bici y me fui al taller, encuaderné 4 libros, almorcé comida china, me fumé un tabaco, fui a una chopería con el Alejo, comimos chorrillanas y llegué a mi casa las 10 de la noche. Después encendí el computador, escuché música y vi un par de peliculas. Me llamaron por teléfono, agarré la bici, compré una promo y me fui a la casa del Tita. A las 3 de la mañana ¿me voy o me quedo?

Me levanté cuando el sol se hizo insoportable, me compré unas frutas y salí a caminar. Pasé de largo, me comí un cono de papas fritas y caminé de regreso a la carpa para intentar dormir a pesar del sol. Encontré un pozón de agua cristalina y me bañé desnudo, luego escribí un rato y al atardecer volví al camping. Me desperté al atardecer y desayuné una empanada. Desarmé la carpa, ordené mi mochila y me fui al terminal de buses. Desarmé la carpa, ordené mi mochila y me fui al terminal de buses. Me senté junto a la ventana, cerré los ojos y los abrí en un camino de tierra, solo quedaban un par de personas en el bus. Me senté junto a la ventana, cerré los ojos y los abrí en Santiago. Me bajé y comencé a caminar, tomé un bote, luego seguí caminando, después saqué mi libreta y escribí un rato. Me bajé, tomé el metro, luego una micro, llegué a mi casa, me comí un pan con queso y encendí el computador.

domingo, 25 de octubre de 2009

¿Dónde?

Cuando era chico me preguntaba a dónde van a parar las cosas perdidas. Algunos años después intentaba descubrir dónde iba la gente cuando desparecía. Ahora, cada vez que llego a mi casa, reviso debajo de la cama y atrás del sillón con la esperanza de encontrar todo lo que se me ha caido del bolsillo o si aparece algún amigo de esos que ya no me llaman.

Apátrida

Cuando llegué a Santiago no entendía nada. No sabía por qué el cielo era gris, no podía descifrar el lenguaje de la calle, no entendía por que le decían completo al hot dog y tampoco podía comerlo. Cuando llegué a Santiago no entendía eso de ir al colegio en una liebre, no podía descubrir por qué las teleseries estaban en guerra y no entendía por qué la gente se llamaba Parraguez, Aguirre o Soto. Cuando llegué a Santiago no entendía por qué todo era tan diferente e igual. Cuando me fui de Santiago no entendía por qué me estaba yendo.

Novela

La vi subirse a la micro con un libro en la mano. Iba parada entre la gente leyendo. Por momentos levantaba la cabeza y parecía mirarme unos segundos, luego volvía a concentrarse en su lectura. La micro se detuvo en Tobalaba y ella se bajó. La vi introducirse en el metro y noté que ya no llevaba el libro en sus manos. Me di vuelta y descubrí que el libro estaba junto a mi, en el asiento que daba al pasillo. Lo hojee y vi que las páginas estaban en blanco. La micro partió y no pude dejar de leer.

viernes, 9 de octubre de 2009

Sofía (3)

Domingo 30 de agosto

¿Que sentirá un adorno? Esos que acomulan polvo en la casa de mi abuela, o la colección de gatos de madera que se asomaban en la ventana del depto de Daniel.
Yo creo que son como un niño castigado, una vieja con alzaimer, una nana puertas adentro, un adolecente inválido, una dueña de casa maltratada. Todos miran por la ventana anhelando la libertad.
Así me sentía yo en el internado. Lo que es no tener papás. Tenía el chanchito lleno de monedas y no podía usarlo... ¿dónde podía gastar esas monedas en el liceo de niñas?
En cambio ahora me quedan tres lucas y puedo ir a donde quiera. Hay que hacerlo nomas, tengo que encontrar a esa mina. Cuando era chica tres mil era mucho... ¿podrá ser mucho ahora?
No quiero vender mi cámara

miércoles, 7 de octubre de 2009

Sofía (2)

Sábado 29 de agosto

Me desperté cagada de sueño, con caña y con una cara del terror, mientras me duchaba me acordé de lo que había soñado. Igual no me acuerdo todo, como que siempre se me olvidan partes, es que los sueños son muy difusos: 
Estaba en mi casa a punto de salir al colegio y no encontraba mi bufanda, la busqué por todas partes y no aparecía. Hice el medio escándalo, le eché la foca a mi vieja y estuve a punto de no ir, pero me obligaron. Me subí a la liebre y en el asiento de adelante había una niña igual a mi con la bufanda. Yo le tiraba la bufanda y la niña desaparecía. Es todo lo que me acuerdo.

Sofía

Viernes 28 de junio

Anoche antes de acostarme revisé las fotos de  la fiesta en Combarbalá. En una estaba Don José  y sus  señora junto a la parrilla y me di cuenta que en una esquina del encuadre había una mujer que no vi durante la noche. Le di zoom a la foto todo lo que aguanta y ahí caché que esa loca ¡es igual a mi! Y la  la weona estaba sacándole una foto a la misma pareja. No era yo, es imposible que me haya reflejado en ningún lugar. Que raro, incluso se vestía como yo, o sea con un estilo parecido pero era otra ropa.

Apenas pude dormir pensando que ella podría ser mi hermana gemela. ¡Qué brígido pensar que mis padres me lo hayan ocultado toda mi vida! Y lo qué es peor ya no puedo exigirles una explicación. O tal  vez hay moldes limitados que fabrican personas y justo la que es igual a mi vive por acá. Eso me asusta más, pero igual tengo que saber quién es, como es su vida, que le gusta hacer, si le gustan los mismos cigarro que a mi y todo eso. ¿O es coincidencia? Pero lo más raro de todo es que a nadie le haya  llamado la atención que hubiesen 2 personas iguales, por ultimo me la podrían haber presentado. Esta wea es muy rara, tengo que cachar que onda.