jueves, 2 de junio de 2011

Planta

La última semana la pasé en una pequeña cabaña en medio de la selva. Allí me entregué a los conocimientos de un Chaman llamado Luis. En esas tierras vive Luis con su señora Sara (tenieta governadora de una pequeña comunidad nativa) y sus hijos.
Durante ese tiempo me sometí a una extricta dieta vegetariana y a 3 maravillosas ceremonias de Ayahuasca, una planta con la que se prepara un brebaje que posee potentes propiedades curativas y en algunos casos alucinógenas. El Ayahuasca actua limpiando el cuerpo y abriendolo para que se cargue de energía, energía que pude sentir como nunca lo había imaginado: es una fuerte vibración, como si estubiera sosteniendo una motosierra. Podía sentir la planta actuando enmi cuerpo y de pronto me convertí en un insecto con muchas patas, estaba parado en una gran lancha que viajaba por el rio, desde allí vi paisajes de fantasía, criaturas de todo tipo, colores y sonidos de la selva, todo llenandome de mucha felicidad, como la que siente Homero Simpson en la Tierra del Chocolate.
Pero las visiones son solo una parte del proceso, lo importante es la limpiesa y la sanación que depende en un 50% de uno mismo, de la fe, de la rigurosidad en la dieta, un 20% de la energía del Ayahuasca, otro 20 lo pone Dios y el porsentaje restante es el aporte de Luis, que en todo momento me recordó en la mente existen dos opciones: si y no, mientras que en el corazón solo es posible el si. El Ayahuasca ayuda esclarecer los pensamientos y sentir el alma, y si la fe es fuerte puede cuarar cualquier enfermedad, incluso el Sida.
Los dias en la selva fueron de mucha tranquilidad. Pasé la mayor parte del tiempo solo con mis pensamientos pues el proceso activó mi mente generando muchas ideas y sentimientos. Observava los sonidos, las plantas, los insectos, la lluvia, caminaba, tocaba flauta y hasta llegué a hacer algo que no creia capaz de lograr: leer una novela de trescientas y tantas páginas en inglés que encontré entre una pila de libros en alemán que algun turista dejó quien sabe cuando.
Hoy me siento con energías renovadas y mucha confianza. Mañana me esperan 10 horas de viaje en lancha hasta la frontera con Colombia y Brasil, allí pretendo tomar otro barco hacia Manaos. Comienza Brasil!!

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